Nicolas Maduro libera a decenas de presos políticos arrestados tras las protestas de las elecciones
Dentro de la sofocante prisión de Tocorón, los reclusos se asomaron el domingo por pequeñas ventanas para saludar a sus angustiados familiares. Lanzaban besos y exclamaban con entusiasmo: "¡Falta poco!".
Casi tres meses después de que el gobierno autoritario de Venezuela detuviera a unas 2000 personas como parte de una campaña represiva tras unas polémicas elecciones presidenciales, las autoridades anunciaron planes para liberar a más de 200 presos políticos, arrestados en las protestas sociales.
Hasta el domingo, al menos 131 personas habían sido liberadas, según el Foro Penal, una organización de derechos humanos. Algunos expertos interpretaron esta excarcelación masiva como un intento del gobierno de buscar beneficios con la nueva administración de presidente electo Donald Trump.
Sin embargo, el anuncio dejó a unas 1800 familias en un estado de incertidumbre, esperando que sus hijos, hijas, hermanos, esposos y esposas estuvieran entre los próximos liberados. Durante el fin de semana, cientos de personas se reunieron frente a Tocorón, ubicada a dos horas de la ciudad de Caracas, con la esperanza de reencontrarse con sus seres queridos.
Hace unas semanas, el dictador venezolano Nicolás Maduro se había vanagloriado de haber llenado la prisión de Tocorón con sus adversarios políticos, a quienes calificó como "criminales fascistas".
El gobierno ha imputado a la mayoría de ellos por terrorismo, un cargo que se ha convertido en un recurso frecuente para perseguir a sus opositores. Sin embargo, muchos de los detenidos han rechazado estas acusaciones, mientras que sus familias han asegurado a diversos medios de comunicación que sus seres queridos no cometieron ningún delito.
Con esta movida el dictador Maduro podría estar intentando comunicar al presidente electo Donald Trump que está dispuesto a suavizar las violaciones de los derechos humanos a cambio de un trato favorable durante los próximos años.
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