
El bombardeo de Estados Unidos solo logró retrasar el programa nuclear de Irán unos meses, según información del Pentágono

Un informe preliminar de los servicios de inteligencia de Estados Unidos sugirió este martes reducir el entusiasmo mostrado por Donald Trump, quien calificó como un “éxito espectacular” la ofensiva militar realizada el fin de semana contra tres centros iraníes vinculados al enriquecimiento y almacenamiento de uranio. El presidente afirmó que las instalaciones de Fordow, Isfahán y Natanz fueron “completamente destruidas”. Sin embargo, el informe filtrado a los medios indica que el resultado no fue tan contundente: aunque la operación involucró misiles Tomahawk lanzados desde submarinos y 125 aeronaves con armamento pesado, incluidas 14 bombas de más de 13 toneladas, apenas logró retrasar el programa nuclear de Irán por algunos meses, según información del Pentagono.
La advertencia proviene de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés). De acuerdo con CNN y otras fuentes que citaron funcionarios bajo anonimato, el documento sostiene que algunos componentes esenciales del proyecto nuclear iraní, como las centrifugadoras, podrían volver a estar operativos en poco tiempo. Además, confirme una sospecha previa: gran parte del uranio enriquecido de alto nivel fue trasladado antes de los ataques a otras instalaciones secretas distribuidas en distintos puntos del país.
La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reaccionó a las revelaciones desde su cuenta en X. “Esta supuesta 'evaluación' es completamente incorrecta y era considerada 'altamente clasificada', lo cual no impidió que fuera filtrada por un anónimo sin relevancia dentro de la comunidad de inteligencia”, escribió.
Leavitt aseguró que se trata de “un intento evidente de atacar al presidente Trump y restaurarle mérito a los valientes pilotos que ejecutaron con precisión una operación destinada a eliminar la amenaza nuclear iraní”. Finalizó su declaración afirmando: “Todos comprenden qué ocurre cuando se lanzan 14 bombas de más de 13 toneladas sobre un blanco: se logra la destrucción total”.
Ambas partes coinciden únicamente en que es prematuro sacar conclusiones definitivas sobre el impacto de los bombardeos. La ofensiva incluyó el uso de bombarderos B-2 y bombas antibúnker, como solicitó Israel tras días de ataques aéreos sobre Irán, dirigidos a las instalaciones nucleares de Fordow y Natanz. El ataque en Fordow representó un reto mayor, ya que el sitio se encuentra enterrado entre 45 y 90 metros de profundidad al sur de Teherán.
Según la DIA, tanto en Fordow como en Isfahán, los daños se concentraron en las estructuras superficiales, aunque estas sí resultaron gravemente afectadas.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, también reaccionó a los informes periodísticos y afirmó que “basado en todo lo que he visto —y lo he visto todo—, la campaña de bombardeos neutralizó la capacidad de Irán para fabricar armamento nuclear”. Hegseth destacó que las bombas alcanzaron sus objetivos con precisión y aseguró que los restos de la operación están “sepultados bajo una montaña de escombros”. Según él, quienes minimizan la efectividad del ataque “solo buscan debilitar al presidente y menospreciar el éxito de la misión”.
Más temprano, el presidente Trump reiteró sus declaraciones iniciales sobre el operativo, aunque previamente habían sido suavizadas por el jefe del Estado Mayor, el general Dan Caine. “Estoy convencido de que (las instalaciones nucleares) quedaron completamente destruidas”, dijo. "Los pilotos cumplieron con su misión y los blancos fueron eliminados. Merecen todo el reconocimiento". Cuando se le preguntó si Irán podría reiniciar su programa, respondió: “Ese lugar está enterrado. Está destruido”.
El mandatario republicano ofreció estas declaraciones a los medios antes de abordar el helicóptero presidencial Marine One rumbo a La Haya (Países Bajos), donde participaría en una cumbre crucial de la OTAN. Esta cita no solo tiene peso por la situación en Medio Oriente —Trump llegó tras lograr una tregua entre Irán e Israel—, sino también por su insistencia en que los miembros de la Alianza Atlántica aumenten su gasto militar.
La discusión sobre el verdadero alcance de los bombardeos continúa abierta y su desenlace influirá en el reconocimiento de que Trump pueda reclamar tras asumir el riesgo político y militar. Este martes, senadores del Partido Demócrata criticaron la demora en la entrega de un informe confidencial que debía detallar los efectos concretos del ataque realizado en la madrugada del domingo en Teherán.
Chuck Schumer, líder demócrata en el Senado, calificó la postergación de la sesión informativa como “inadmisible, evasiva y negligente”. En declaraciones a la prensa en el Capitolio, exigió transparencia por parte del gobierno. "La administración tiene la obligación de informar al Congreso. ¿Qué están tratando de ocultar? ¿Por qué se niegan a compartir información esencial sobre el ataque, su impacto, los riesgos que corren los estadounidenses y los aviones a largo plazo para evitar que Irán obtenga armas nucleares?", cuestionó.
Está previsto que el próximo viernes los congresistas reciban la información que no se les proporcionó este martes.
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