
"A mi madre le han quitado todo", advierte Rafael Solís sobre confiscaciones del régimen sandinista

El exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, Rafael Solís, respondió a Daniel Ortega, afirmando que el Hotel Casa Blanca ubicado en San Juan del Sur y que fue confiscado a su madre Rafaela Cerda por la dictadura sandinista, "no fue adquirido de manera ilícita" ni obtenido mediante narcotráfico o lavado de dinero, como Daniel Ortega lo había declarado en una cadena nacional el pasado sábado 18 de mayo mientras recibía 250 buses chinos.
"La casa pertenecía a un primo hermano de mi madre, el doctor Urcuyo Maliaños. A él se la confiscaron por haber sido presidente durante la era de Somoza. Posteriormente, la expresidenta Violeta se la devolvió, y en ese tiempo la administraba el Banco Nacional. Luego, mi madre y yo le compramos la casa a su primo. Después, le vendí mi parte y la propiedad quedó únicamente a nombre de mi madre", explicó Rafael Solís.
El exmagistrado sandinista, quien se opuso a Ortega tras la insurrección de abril de 2018, enfatizó que el hotel es completamente legítimo y no tiene antecedentes ilícitos.
"Esta es una confiscación política dentro de la lista de 94 personas desnacionalizadas y expropiadas, de la cual yo formo parte. Mi madre no está en esa lista. Solo hicieron una remodelación superficial e inauguraron con bombos y platillos el Hotel Nicarao", afirmó Rafael Solís.
A Rafael Solís le confiscaron otras propiedades que le pertenecían, y su madre, una anciana de 93 años también fue despojada de todos sus bienes por el régimen sandinista de Daniel Ortega.
"Es muy doloroso; la sacaron de su casa sin dejarle llevar nada, ni siquiera un pasaporte o un rosario bendecido por el Papa. Ahora mi madre vive en una casa alquilada", compartió Rafael Solís.
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